Una marea de aguavivas ha
inundado la playa de Las Canteras en los últimos tres días. Hacía tres décadas
que la principal playa de Las Palmas de Gran Canaria no se veía afectada por
una oleada de medusas de tales dimensiones. Desde el pasado día 28, el servicio
de FCCque se encarga de la limpieza de la playa ha retirado 3,26 toneladas de
aguavivas.
En esta ocasión no se trata de la tradicional carabela portuguesa (Physalia physalis), que tiene un gorro de tonos azulados y largos rejos, sino que la protagonista de la presente invasión ha sido el acalefo luminiscente (Pelagia noctiluca), mucho más pequeña, de color violeta y no tan tóxica -aunque bastante urticante- como la primera.
Se trata de la misma especie de aguaviva que se extendió por el sur de Gran Canaria hace poco tiempo. Al cambiar los vientos y entrar del sudeste, las aguavivas fueron empujadas hasta el norte de la Isla, donde otro cambio repentino del viento, propiciado por el regreso del alisio, metió a este impresionante banco de medusas en el corazón de Las Canteras.
Las dos zonas en las que se ha producido la mayor concentración de aguavivas fueron La Puntilla, hasta la altura de la calle Gran Canaria, y la zona de la peña La Vieja.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tuvo que balizar parte de estas zonas para poder retirar las aguavivas sin que afectara a ningún paseante.
En estos últimos días, la presencia de estas aguamalas se ha reducido de un modo significativo.
En esta ocasión no se trata de la tradicional carabela portuguesa (Physalia physalis), que tiene un gorro de tonos azulados y largos rejos, sino que la protagonista de la presente invasión ha sido el acalefo luminiscente (Pelagia noctiluca), mucho más pequeña, de color violeta y no tan tóxica -aunque bastante urticante- como la primera.
Se trata de la misma especie de aguaviva que se extendió por el sur de Gran Canaria hace poco tiempo. Al cambiar los vientos y entrar del sudeste, las aguavivas fueron empujadas hasta el norte de la Isla, donde otro cambio repentino del viento, propiciado por el regreso del alisio, metió a este impresionante banco de medusas en el corazón de Las Canteras.
Las dos zonas en las que se ha producido la mayor concentración de aguavivas fueron La Puntilla, hasta la altura de la calle Gran Canaria, y la zona de la peña La Vieja.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tuvo que balizar parte de estas zonas para poder retirar las aguavivas sin que afectara a ningún paseante.
En estos últimos días, la presencia de estas aguamalas se ha reducido de un modo significativo.
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